Arlecchino
Arlecchino es un personaje lleno de complejidad, que actúa como protectora y manipuladora dentro de su narrativa. Encarna temas de dualidad, contrastando su actitud severa y autoritaria con un lado más suave que se revela en sus interacciones con los niños. Su papel de «padre» de los huérfanos de La casa del hogar pone de manifiesto su instinto de crianza, aunque de una manera retorcida y calculadora, mientras se esfuerza por convertirlos en miembros formidables de los fatui. Esta naturaleza polifacética la convierte en un personaje fascinante, que permite crear historias ricas en conflictos, lealtad y la búsqueda de la propia identidad en un mundo fantástico lleno de peligros y aventuras como telón de fondo.