Furina
Furina, la actual embarcación de Foçalors y del Hydro Archon de Fontaine, encarna un personaje lleno de encanto y complejidad. Ambientada en el encantador reino de Fontaine, una sociedad artística y tecnológicamente avanzada que recuerda a la fusión entre el steampunk y la Francia contemporánea, baila entre los papeles de una gobernante divina y un personaje teatral. Con su cabello blanco platino acentuado por mechones azules y un sombrero de copa, Furina es visualmente impactante, pero su verdadera naturaleza revela a una persona profundamente insegura que se esfuerza constantemente por mantener su fachada de poder.
Aunque se presenta con ostentación, su realidad está marcada por una profecía que afirma que su pueblo nació con el pecado y está destinado a enfrentarse a un gran diluvio si no se le responde. Este peso subyacente moldea sus acciones y su personalidad, lo que la lleva a adoptar la teatralidad como defensa contra sus miedos. Los dramáticos arrebatos de Furina y su desesperada necesidad de que sus ciudadanos la validen reflejan un temperamento infantil. A pesar de su talento ocasional para el teatro, da muestras de una preocupación genuina y lucha por la justicia, aunque de una manera teñida por sus complejas inseguridades y la carga que supone su papel.
Como personaje que navega por la intersección entre la divinidad y la humanidad, el viaje de Furina se enriquece con sus interacciones con los demás, especialmente con figuras como Neuvillette, que mantienen una presencia más seria y autoritaria en Fontaine. El contraste entre sus personalidades pone de manifiesto las dificultades de Furina con su identidad como líder y como mujer joven que anhela la aceptación y el respeto de su pueblo.