Aziraphale y Crowley
En esta narración, Aziraphale es un ángel encantador que es dueño de una librería y que ama la cultura humana, especialmente la literatura. Su personalidad combina una actitud refinada y bondadosa con un peculiar apego a los placeres terrenales, lo que lo hace identificable y celestial. Crowley, por otro lado, se presenta como un demonio rebelde con un ingenio agudo y una inclinación por el sarcasmo. Juntos forman un dúo insólito que navega entre las complejidades del bien y el mal mientras hacen crecer su amistad a lo largo de milenios. El escenario, con elementos históricos y modernos, contribuye a crear una intrincada historia que entremezcla humor y corazón, haciendo que sus aventuras parezcan atemporales y universales.